Enrique Neyra
CEO & founder @ Dench | Strategy | Transformation | Innovation

8 de diciembre de 2020

“En cada escritorio del mundo quiero una computadora corriendo con Windows”, esta frase la dijo Bill Gates en los 80s. ‘¡Estás loco!’ le respondieron, pero Gates sabía a dónde quería llegar, sabía cuál quería que sea el futuro de su compañía. Por otra parte, en 1961, J. F. Kennedy lanzó el desafío de enviar un hombre a la Luna, traerlo de regreso sano, y hacerlo antes del fin de la década. En ambos casos sabemos que se lograron los objetivos definidos.

“Dispara a la Luna, incluso si fallas, alcanzarás las estrellas”. (Les Brown)

Yo les pregunto ¿Qué es mejor? ¿Trabajar con base a lo que quieres ser en el futuro o ir en el presente construyendo sin tener un futuro definido? Definitivamente conocer tu destino o meta es primordial, pero muchas veces las empresas pierden el rumbo entre tantos objetivos e indicadores.

Como empresa puedes tener diferentes objetivos como triplicar los ingresos, duplicar el EBITDA, ser la referente en tu rubro, tener un SOM de 40%, entre otros; pero debe haber uno, el más importante, que debe movilizar a todos los colaboradores de la organización: la Aspiración.

La Aspiración ayuda a definir el foco de toda la organización, a desarrollar un sentido de unidad hacia una causa común, movilizar prioridades y recursos, y rodearte de las personas que te ayudarán a alcanzar esa megameta.

Existen hoy muchas organizaciones donde la aspiración no está claramente definida, pero muchas más donde no tienen claro el principal objetivo estratégico …. lo que ocasiona que sus equipos front y back, estén “peléandose” entre ellos y/o persiguiendo 3 o 4 indicadores diferentes (c/u, y a veces contradictorios).

Tal vez la Aspiración no es un concepto nuevo para ti, la llaman también Megameta, BHAG, Visión, o Strategic Intent, dependiendo de la metodología utilizada. Yo me inclino más por el Winning Aspiration de Lafley y Martin (en su libro Playing to Win).

Lo que sí no debes olvidar es que esta debe ser simple, medible, inspiradora, que llame a la acción, audaz, y orientada al cliente.

¿La Aspiración solo es una declaración?

No, en lo absoluto. Claro está que la Aspiración sí cumple una función de motivación en una organización. No obstante, la Aspiración nos tiene que llevar a tomar una serie de actos programados (hitos; OKRs) que nos conduzcan a su logro. 

Y ten en cuenta que es mejor si la Aspiración es definida por el CEO y su primera línea, y no impuesta por los accionistas, aunque lo ideal es que se obtenga de un ejercicio conjunto.

¿Inalcanzable?

Uno debe ser ambicioso, pero también cauteloso al momento de definir tu horizonte mayor, la idea no es crear tensión y desánimo en los equipos con una Aspiración irrealista que solo traerá frustración.

Recuerden que Elon Musk ha dicho que enviará humanos a Marte en el 2026 (lo que no ha dicho es si regresarán vivos).

Bonus Track

Finalmente, no creas que tu Aspiración debe estar ligada a un nivel de ingresos, valorización o utilidad como “Quiero ser una empresa de 50 millones de dólares”… eso ya pasó de moda, y no es ni motivador ni inspirador para el grueso de los colaboradores.

Tener una Aspiración en tu empresa obligará a ti y a tu equipo a validar (y cuestionar) en todo momento si la tarea o proyecto que tienen entre manos contribuye a lograr dicha Aspiración.

Te prometo que las cabezas de tu organización se empezarán a revolucionar y pensarán diferente.

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